Sabor musical

Muy bien,

Ahora que ya me he presentado (con tema incluído) seguiré indagando por mi mundo, y si quieren hacerlo conmigo, adelante, están cordialmente invitados ;).

En esta primera página quisiera colocar a mi queridísimo «Juego de Niños» de Jorge «Lobito» Martínez (1952-2003), enlace:  Juego de Niños!

Sobre la obra:

Es un precioso tema musical en el que la partitura original de Lobito era melodía y con el cifrado americano arriba, imagínense cuál fue mi reacción al ver semejante joya (y conste que solo lo pude ver en escaner, haha) yo, pensando que la original llevaba 5 páginas y 207 compases… y desde que era pequeña, siempre escuchando la misma versión (de 5 páginas y 207 compases).

Resulta que a una profesora de piano clásico le había interesado tanto esta pieza que pidió por favor a Lobito si no la podía *»transcribir» para una mejor lectura. Y así fue como la obra Juego de niños fue tan deseada en ser  escuchada e interpretada. Es decir, no fue desde aquel «manuscrito» con cifrado sino desde la cierta  y «simple» (que de simple no tiene nada) transcripción para una pianista clásica.

A continuación pondré un ejemplo de una partitura con cifrado y una sin, simplemente para que vean las diferencias de escritura:

Esto es a lo que se le llama un «Standar» típico en jazz y música moderna (y un modelo en como lo había escrito Lobito); si nos fijamos, solo es de una página.

Lo curioso de todo esto para mí, desde que conozco partituras «standar» siempre fue el hecho de que una simple página puede durar los minutos que quisieras, y más aún si tocas con más personas (donde entrarían los solos), así que como referencia sería a partir de cinco minutos, veinte, etc. En comparación a una partitura clásica (supongamos el primer movimiento de  una Sonata de Mozart, la kv 331 en La Mayor) ronda sobre los 14-15 mint. y nadie ni nada se puede añadir. Sí, puede ser más lenta o más rápida pero eso no cambia el hecho de «respetar» lo que el señor Mozart me escribió en una de sus sonatas.

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Aquí les dejo un enlace que les llevará a observar la partitura Juego de niños en escritura «clásica»:   Portal guaraní

Esto es a lo que me refiero:  Imagínense que escuches siempre la versión de seis páginas (y te hagas un mini mapa de lo que puede ser la escritura «clásica» y después de años veas la original y sea no más de dos!!.

Esta pieza, Juego de niños, tuvo lo suyo en su tiempo (y aún lo sigue teniendo). Cuando la presenté por primera vez en público, sentía que me faltaba algo, por consiguiente también en los ensayos, algo que no sabía cómo llamarlo, sentía un vacío cada vez que la tocaba, y eso  hizo que me preguntara y buscara qué era lo que me faltaba…  Luchaba y luchaba por encontrarlo, pero aún así no sabía el qué, y aquí empieza otro viaje ;).

 Luego de presentar esta obra en público, tuve la oportunidad de ir a Paraguay en verano; y estando unos meses con la gente, la tierra, el aire; allí pude entender qué era lo que le/me faltaba, y era a lo que yo llamo tocar como paraguaya, es decir, me había introducido tanto en la música clásica, en sus matices, suavidad, pulcritud, en sí todo aspecto relacionado con la técnica y me había olvidado o tenía muy pero muy lejano el origen de la pieza, mí origen.  Fui introduciendo este sentir/descubrimiento a la obra  y poco a poco ésta iba teniendo otro aspecto, yo iba teniendo sentido y mi relación con el piano paraguayo.     Pude comprobar que  estaba tocando un Juego de niños muy «clásico», demasiado suave y pulcro, no quiero decir que no lo sea pero aquí hay una línea muy fina entre interpretar obras clásicas y populares latinoamericanas pero que ésta línea muy fina hace una tremenda diferencia en cuanto a los sabores de las piezas, a gran escala.              Claramente cuando hablo de aquel sentir/descubrimiento, tocar como paraguaya, una nueva técnica tenía que estar de mi lado y era la técnica paraguaya.  Descubrí que la música paraguaya (a mi parecer) la palabra suavidad iba reemplazada por cierta «brutalidad», metafórica y musicalmente hablando, claro. Más seca, más enraizada, (cuesta mucho poner palabras a algo así); pero por otra parte, la manera de tocar de uno puede ser un poco «más clásica» hablando desde el estilo personal del intérprete, bases de estudio, años tocando un mismo estilo, gustos, etc.,  y aquí ya me refiero a la manera de tocar una pieza, sin introducir la «técnica clásica». Me explico?.

En mi caso, al estar lejos  de tus raíces, implica retos, y mover cielos y montañas desde tu interior para encontrar lo que buscas, cuando hojas pentagramadas pintadas de notas paraguayas te crean la oportunidad de recordarte…

Me gustaría dejar claro que este Blog se basa puramente en mi experiencia personal, puntos de vista, reflexiones. Una parte de mis pequeños y grandes momentos vividos están aquí, al otro lado de ti, para ser compartidos.

*Escribir toda la obra con las respectivas escrituras para cada mano. Ya sabemos que en el lenguaje moderno, las partituras acostumbran a llevar la melodía (mano derecha) y el cifrado puesto arriba del pentagrama (para la mano izquierda). Esto sería un tipo de lectura, existen varios 🙂
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